miércoles, 19 de octubre de 2016

Perderse


Ambos nos vimos al mismo tiempo, fué una conexión instantánea.

Lo sentimos, nuestras miradas lo decían todo, aunque nuestras palabras no se encontraron jamás.

Pasaron meses, nos volvimos a encontrar, esta vez nuestras palabras coincidieron, nuestras miradas de nuevo, ¿por qué? ¿era deseo? o... ¿era amor?.

Eventualmente salimos, fuimos conociéndonos, me fuiste gustando cada vez más, aprendiendo cada vez un poco más de ti y tú de mi, sé que te gustaba, sabías que me gustabas... A pesar de nuestra diferencia de edad, pero esas miradas, y esos besos lo decían todo sin decir nada.

Nos perdimos de la vida del otro; hicimos cosas que tenían que pasar, amores fallidos, amistades finalizadas, trabajos, etc.

Un año después nos volvemos a encontrar, el destino te puso de nuevo en el camino, tengo miedo no lo niego, me siento frágil pero al mismo tiempo segura contigo. Te pierdes y vuelves, así eres tú.

No espero nada, dejo que las cosas sigan su rumbo normal, con la mente centrada y la cabeza en alto. Acepto todo lo que me quieras ofrecer, sólo si es sincero y con el corazón.

Te estoy conociendo de nuevo y no te juzgo por las situaciones que te puso la vida, eres muy feliz así como eres, amas mucho. Eres una maravilla de hombre, ¿cómo perderme de ti? no lo haré, valoro mucho esa gran voluntad que tienes para escribirme y hablarme, el tiempo lo dirá todo.

Aún tienes demonios del pasado y puedo ser para ti, tú Dios o tú mejor amiga, pero no tú saco de basura en donde deposites las cosas negativas.

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