domingo, 9 de octubre de 2016

Juventud.


Erase una vez, una niña vio por primera vez el amor pasar por sus ojos...
Era belleza, natural, hermosa y pura. Era mujer.

Se conocieron por cosas del destino, amigos en común, redes sociales.
Intercambiaban de vez en cuando unas palabras, y luego todo era a través de los medios de comunicación.

Con el tiempo el amor se fue manifestando... El primer beso.

El primer beso (nunca pudo olvidarse de ese primer beso) porque fue real, cálido e inesperado.

Eventualmente la relación dio su rumbo, conociendo, riendo, compartiendo gustos similares, se fue forjando una linda amistad amorosa.

Algo trágico pasó... Los padres de las dos las descubrieron.
¿Luego qué?
Cartas, besos a distancia, mensajes de textos.

La niña la veía pasar cada miércoles por su casa... solo eso la llenaba de felicidad.
Corría por ella, por solo sentir su aroma y ver su mirada penetrante.

5 minutos. Si, solo ese tiempo con ella era perfecto.

Se amaban y no había una razón.

Pasaron los años y por cosas de la vida, y falta de experiencias tuvieron que terminar...

4 años después del último beso, la vida las vuelve a reencontrar... ¿Será el destino? ¿Una lección? ¿Amor?. No se sabe, solo se vive.

1 comentario:

  1. ¡Hola Grecia! Que bonito escribes. Quería comunicarte que te he nominado a un Book tag que puedes encontrar en Bookstrend
    Espero que puedas hacerlo, y no olvides avisarme si lo haces
    Saludos ❤️

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